Historia de Taxco, México
Conoce toda la historia de este espectacular pueblo mágico cerca a CDMX
El significado de la palabra Taxco proviene del vocabulario náhuatl Tlachco, compuesto con dos elementos: Tlach que significa juego de pelota y al locativo co, en o lugar, lo que en conjunto se traduce como “lugar donde se juega pelota”.
El agregado de Alarcón le fue asignado en memoria del destacado escritor y dramaturgo taxqueño Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza.
Antes de la llegada de los españoles, Taxco no era la misma población cuya designación indígena dio origen a la actual. El pueblo conocido con el nombre de Taxco el Viejo, situado aproximadamente a 15 kilómetros al sur de la actual ciudad, fue el asiento más importante en toda la comarca.
En Taxco residía un Señor o Tlatoani designado por el imperio Azteca y ahí se asentó la cabecera de una de las 7 provincias tributarias, que los mexicas establecieron en el actual territorio estatal; según el códice Mendocino pagaba con miel de abeja, jícaras, incienso, instrumentos militares y tilmas labradas.
El Taxco actual está asentado en el lugar que se conocía como Tetelcingo, que quiere decir en náhuatl “Cerro Pequeño”, que formaba parte de lo que se conoció como Real y Minas de Taxco que comprendía a Tetelcingo,
Tenango,y Cantarranas.
En 1581 nace Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza dramaturgo y orgullo Taxqueño quien cursó sus estudios de abogacía en la Real y Pontificia Universidad de México y, a comienzos del siglo XVII, viajó a España donde obtuvo el título de bachiller de cánones en la Universidad de Salamanca. Trabajó un tiempo como abogado en Sevilla para luego regresar a México a terminar sus estudios de leyes. Forma parte de los dramaturgos mas importantes del llamado siglo de oro de la lengua española.
En 1929, el arquitecto norteamericano William Spratling formó el primer taller de joyería en plata de Taxco “Las Delicias”, impulsando una industria que con el tiempo y gracias a la escuela que dejó su fundador, la ciudad se convirtió en la "Capital Mundial de la Plata".
Taxco es uno de los sitios que se destaca como potencial para estructurar planes, que se llevaran a cabo de tal modo que Acapulco se detona también, pero es hasta finales de los años cuarenta cuando se consolida como destino turístico, con el reforzamiento de la gestión del presidente Miguel Alemán Velazco, y destinos de playa de México. Taxco durante la primera mitad del siglo XX es sitio obligado de visita, llegan a nuestra ciudad grandes personajes de la época, hasta que se detona la industria de la platería.
Hoy día en que la vida económica durante los últimos treinta años ha sido detonante justamente a la platería encuentra que continua siendo un sitio donde el turismo es la clave de su futuro y desarrollo, se cuenta con una herencia cultural tangible e intangible que contiene elementos como su historia, (no solo el siglo XX), su arquitectura desde el siglo XVI, su clima, la región donde se encuentra enclavada la ciudad, la minería, la gastronomía y mucho mas que hacen que Taxco sea La Joya de México.
JOYAS DE TAXCO
Tachi Castillo
Fue una diseñadora de Moda que creó el look atemporal "mexicano".
Nace en la Ciudad de México en 1918, hija de un ingeniero militar encargado de instalar el sistema de telégrafos en el sureste del país, lo cual ocasionó que la familia se estableciera en Taxco de Alarcón en 1930.
En 1932 empezó a vender sus creaciones, en la tienda Hilda y cinco años después abrió su propia tienda en Casa Borda que llevaba de nombre Tachi Castillo.
En 1940, la actriz Joan Fontaine en una visita de paso rumbo a Acapulco, paró en la tienda de Tachi y le compró todos sus diseños. La ropa cobró cierta popularidad en Hollywood, con diseños innovadores revolucionando la moda en varias partes importantes del mundo, convirtiéndola en un jugador clave en la moda internacional.
Si quieres conocer más sobre su historia, te dejamos aquí el siguiente link. https://laredinformaguerrero.wordpress.com/2018/10/22/homenaje-a-tachi-castillo/
Página oficial de Tachi Castillo.
https://www.tachicastillo.com/
Margot Van Voorhies
"El arte del trabajo del esmalte mexicano..."
El trabajo de la diseñadora de plata ha desafiado el paso del tiempo. Para los coleccionistas, los diseños de joyería de Margot se mantendrán actuales porque son un reflejo de la historia de su vida y de la profundidad de su experiencia estética. Mientras que Margot se basó en el arte de Asia y América; su obra tiene una cualidad personal que es reconocible.
Todo comenzó en 1937 cuando Margot realizó un viaje con un grupo de amigos en México, ella decidió no regresar con ellos a San Francisco, de donde habían partido.
En el año de 1947 Margot fundó su taller en Taxco. Años después, el establecimiento del taller de platería "Margot de Taxco".
Un vendedor de una compañía americana productora de esmaltes arribó a Taxco, y afortunadamente, Margot tuvo la oportunidad de conocerlo. Ella quedó cautivada por ese material y de sus posibles aplicaciones sobre la plata.
Un amor particular por el trabajo del esmalte.
Te invitamos a conocer más sobre su historia en el siguiente link.
https://revista925taxco.fad.unam.mx/index.php/2015/05/04/980-margot-de-taxco-pionera-del-esmaltado-a-fuego/
Fuentes de consulta.
FAD UNAM Taxco
Morril P.C. (2010) Margot Van Voorhies. Art of Mexican Enamelwork. Publicado Ltd. Atglen, PA.
Ana Brillanti
Ana Núñez de Brilanti nació en la Ciudad de México el 21 de diciembre de 1907. Fue la hija mayor de 16 hermanos. Vivió en la Ciudadela en los años revolucionarios. Su padre fue coronel del ejército mexicano
Desde muy temprana edad, fue inculcada a aprender varios idiomas, así mismo a tocar piano. Ana conoció a Diego Rivera que en ese entonces se encontraba trabajando en una de sus obras más representativas, los murales de Palacio Nacional. Fue tal la impresión que Diego causó en ella que tiempo después se encontraba ayudando al artista a cargar los botes de pintura.
En 1931, Ana contrajo nupcias con Rafael Brilanti, con quien tuvo ocho hijos. En 1939 su esposo fue enviado a Taxco para abrir las oficinas de Conciliación y Arbitraje en la Garita, cerca del puente Ramonet.
Ana, quien para ese entonces ya tenía a cinco hijos, lo alcanzó y alquilaron “la Casa Clarita”.
En Taxco, conoció a William Spratling quien la descubrió en la puerta de su casa con unas cajas de madera que ella había diseñado, quien le animo a dedicarse a la platería, donde más tarde abrió su primer taller y pudo abrir la platería Victoria, en la Plazuela de Bernal, muy cerca de sus amigos Antonio Castillo y Margot van Voorhies.
Sus diseños abarcan la iconografía del arte prehispánico en representaciones de dioses, grecas de sitios arqueológicos, sellos mesoamericanos, mascarones mayas y olmecas, dispuestos en hermosos collares y prendedores. Asimismo, realizó motivos costumbristas como el torero, el aguador, el burrito, el campesino, entre otros.
Ana tuvo la oportunidad de realizar un collar y aretes con diseño exclusivo para la primera dama de Estados Unidos, Eleonor Rooselvelt, necesitados. Ana trabajó de forma altruista como administradora durante años, incluso dedicándose por las noches, a coser sábanas y vestimenta médica.
Asimismo, se desempeñó como tesorera y administradora de la Feria de la Plata. Fue una promotora incansable de la cultura mexicana.
Ana Brilanti falleció a la edad de 92 años dejando como legado, su trabajo y ejemplo, recibiendo el respeto y admiración de su numerosa familia y de todo aquel que la conoció.
Elvira Castro
La gran historia de la señora Elvira Castro y la creación del mole rosa, tradicional platillo y orgullosamente taxqueño.
Nació el 10 de enero del año de 1924 en Taxco de Alarcón, Guerrero, sus padres fueron los señores Simeón Castro y Juana Serrano, su padre murió cuando doña Elvira era apenas una niña, por tal motivo y ante el escenario de pobreza por la época post revolucionaria, desde la edad de 8 años tuvo la necesidad de ayudar a su madre en el sostenimiento de su hogar, habiendo trabajado en la ciudad de Cuernavaca Morelos, en compañía de su madre.
A la edad de 14 años ingresó a trabajar al hotel “Rancho Telva” (después Rancho Taxco), hospedería que fue propiedad de los señores Telva.
Al hotel Rancho Telva llegaron a trabajar como gerentes los señores Carlos J. Nibbi y su esposa Quincy Parlor de Nibbi, quienes con al cabo de poco tiempo, construyeron el Hotel Victoria.
Doña Elvira estuvo trabajando unos meses como camarista en el Hotel Victoria, hasta que la Señora Quincy Nibbi le propuso capacitarla como cocinera en el restaurante de ese Hotel.
A mediados de la década de los 80s, el Gobierno del Estado de Guerrero a cargo del Licenciado Alejandro Cervantes Delgado, creó el Instituto Guerrerense de la Gastronomía y por recomendación del señor Manuel Saidi González, Doña Elvira fue puesta al frente de la operación del Instituto que tuvo su sede en Taxco, precisamente en la Ex Hacienda del Chorrillo; durante los años siguientes, por encargo de este Instituto, Doña Elvira llevó a cabo diversas muestras gastronómicas de la variada comida guerrerense en distintas entidades del país, cumpliendo con éxito el objetivo de promover la deliciosa comida de nuestro Estado, en todos los estados de la República que fueron visitados.
En alguna ocasión, el Licenciado Alejandro Cervantes Delgado, le pidió a Doña Elvira la creación de un platillo que distinguiera a Taxco de Alarcón, fue por este encargo que la señora Elvira Castro creó el MOLE ROSA, inspirada en el color de la Parroquia de Santa Prisca, este platillo de delicada elaboración fue presentado precisamente en la Ex Hacienda del Chorrillo, sede del entonces Instituto Guerrerense de la Gastronomía.
La comida del Hotel Victoria fue reconocida y apreciada por el turismo que de visitaba este destino colonial desde muchas partes del mundo y también por los taxqueños que gustaban de ir a comer al entonces muy bello Hotel Victoria.
Doña Elvira siempre creyó que debía seguir aprendiendo cosas novedosas para su cocina.
Muchos Taxqueños aún recuerdan la deliciosa cocina de Doña Elvira, su Roast Beef y su incomparable salsa gravy, su Paella a la Valenciana, el Mole Poblano, el fiambre guerrerense, los pavos de navidad, el pan de casa, el pan de maíz, las enchiladas oaxaqueñas que también fueron su creación, sus famosos pays de mango, de manzana, de piña, de durazno, de nuez, de coco, de limón, sus pasteles navideños y un gran número de entremeses, sopas, platillos y postres que preparaba con mucha dedicación y cuidado.
Conchita Diez Castrejón
Conchita Diez Castrejón, nació en la ciudad de México, llegó a vivir a Taxco con sus padres a la casa de su familia.
A los 12 años, tuvo su primer empleo con el único abogado que había en Taxco, don Pancho Gutiérrez. Se casó con el señor Manuel Castrejón Gómez, con quien procreó 2 hijos, Yolanda y Jaime.
Don Manuel se volvió un gran empresario y Conchita su mejor compañera, entre los dos hicieron que el negocio de la embotelladora de refresco "Yoli de limón" y el "Agua de Taxco" creciera, tiempo después la que era su casa en ese entonces ubicada en la plazuela de Bernal, donde antes estaban "Los Castillo", fue tirada para poder construir ahí la embotelladora.
Don Manuel, construyó la casa de San Agustín donde doña Conchita vivió hasta su fallecimiento.
Doña Conchita se caracterizó por su espíritu altruista, siempre dispuesta a ayudar al más necesitado, junto con su hijo el Dr. Jaime Castrejón, ayudaron con las restauraciones de la parroquia de Santa Prisca.
Además de que fue el brazo derecho de su esposo, doña Conchita se caracterizó por ser una buena patrona con sus pocos y después muchos trabajadores, era ella una gran ayuda indispensable en la contabilidad de la fábrica, en ese entonces la embotelladora del refresco Yoli.
Fue una buena madre, educó y cuidó a sus hijos, el Doctor Jaime Castrejón Diez quien fue Presidente de Taxco y Rector de la Universidad de Guerrero y a su hija Yolanda Castrejón Diez.
Juan Ruiz de Alarcón
Juan Ruiz de Alarcón nació en la ciudad de Taxco, en el Virreinato de la Nueva España, el actual México, en 1581. Hijo de Pedro Ruiz de Alarcón, oriundo de la nobleza de Cuenca, y de Leonor de Mendoza, estudió en la Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de México, aunque posteriormente viajó a España donde obtuvo el título de bachiller de cánones en la Universidad de Salamanca. Ejerció en Sevilla en 1606 y en 1608 regresó a México, para terminar sus estudios de leyes.
En 1614 se estableció de forma definitiva en Madrid, donde trabajó como relator interino del Consejo de Indias y se dedicó a la producción literaria. Se sabe que fue amigo, y tal vez colaborador, de Tirso de Molina. Su aspecto físico poco agraciado (ya que era jorobado, pelirrojo y muy bajo) le valió las burlas de sus contemporáneos, pero en su obra consiguió una victoria moral y racional sobre las injusticias de la vida. Ruiz de Alarcón creía en la política de la reformación, compartió la filosofía de Olivares, y su producción teatral se caracterizó por la agudeza psicológica, el carácter moralizante y el ataque a los vicios y costumbres de la época. Los personajes de sus obras sufren un conflicto entre pensamiento y acción que permitió la evolución de a comedia de caracteres.
Publicó veinte comedias en dos volúmenes entre las que destacan Las paredes oyen y La verdad sospechosa, esta última inspiró Le menteur de Pierre Corneille y El mentiroso de Goldoni.
William Spratling
Nación en Sonyea Nueva York, en 1900. Estudió en Auburn y fue alumno de Frederick Biggin, quien le dio bases fundamentales del diseño. Desde joven fue nómada y explorador, se mudó a Nueva Orleans en 1921, viajó por el mundo y decidió quedarse en México en 1926, conoció a personajes como el joven arquitecto Juan O ‘gorman, Gerardo Murillo, Roberto Montenegro y José Clemente Orozco. En 1929 renunció a su trabajo en la Universidad de Tulane y se mudó a México. En 1926, relató sus experiencias en el libro Little México.
Quedó extasiado con Taxco inmediatamente lo que lo hizo instalarse aquí. Hizo excelente mancuerna con Alfonso Mondragón, maestro platero de Iguala que durante algunos años convirtió en objetos de tres dimensiones sus diseños cargados de patrones precolombinos.
En 1931 abrió la Aduana, su primera tienda de artesanías. El 27 de junio de 1933 abrió su taller en el número 23 de la calle de las Delicias, para 1935 tenía ya una docena de artesanos. Entre sus clientes se encontraban diplomáticos y estrellas de alto nivel mundial. En 1944 traslada su taller a la Hacienda La Florida, para asociarse con Maguire Industries y funda Spratling y Artesanos S.A., con 400 trabajadores mecanizó los procesos de pulido y signo sus objetos producidos con grado de pureza de 980.
A principios de los años cincuenta el Rancho Spratling en Taxco el Viejo fue era ya uno de los 300 talleres que existían en la región. Muchos plateros que aprendieron el oficio con se independizaron y abrieron sus propios negocios. Su influencia como creador impulso la economía y la cultura de Taxco, perdió la vida en Mazatlán Sinaloa en un accidente automovilístico el 7 de agosto de 1967. Hoy en día el Museo de Arqueología del INAH colabora con la difusión de su legado.
Fuente: Amerlick de Corsi, María Concepción, 2015. William Spratling y su influencia en la platería de Taxco; Revista Patrimonio No 5, Taxco Zona de Monumentos, INAH, pp 59-67.
Félix Tissot
Félix Tissot, nació en Francia en Marcella en 1909. Era director de arte en cine en los años 30 y 40 del siglo pasado, donde aprendió a hacer cerámica, él confeccionó una obra propia en su rancho de Sierra Leona, California, donde cultivaba, entrenaba caballos y criaba pavos y gallinas.
Tissot decidió venir a México en 1956, a pesar de que su cerámica y su mobiliario se vendían muy bien en tiendas departamentales como Wongs y Bullocks y en el catálogo del Buen diseño hecho en California.
Su destino era Acapulco, pero se topó en Taxco con una comunidad creativa, donde encontró su verdadera inspiración en un ambiente de diseñadores de joyería, moda y cerámica, donde convivieron y generaron proyectos colaborativos e individuales en pleno bullicio. Ahí se asoció con Antonio Castillo y arrancó Cerámica de Taxco.
Trabajó formas modernas y las repartía a los artesanos, éstos las pintaban y él las terminaba en su taller. Se convirtió en un best-seller, sus piezas se vendían en la Zona Rosa, en el Palacio de Hierro, y exportaba vajillas completas.
A él le importaba mucho que pudieras encontrar cosas con un look primitivo, pero que fueran muy útiles para un hogar moderno.
Trabajó con las comunidades de Ameyaltepec, en la sierra de Guerrero, que pintaban su cerámica.
En su trabajo había una mezcla entre la tradición y el espíritu moderno.
Del 13 de noviembre de 2019 al 16 de febrero 2020, el museo Franz Meyer presentó la exposición “Félix Tissot; Lo eterno y lo moderno", donde buscó rescatar y mostrar el trabajo y trayectoria de uno de los ceramistas más importantes de los años 60 y su trabajo realizado en Taxco en un momento definitorio.